Tener equipamiento para realizar cápsulas radiales, gracias a la Fundación Irarrázaval, y una alianza de colaboración con la radioemisora local “Voz de la Costa”, permitió que los profesores del Colegio Técnico Profesional Misión de San Juan, ubicado a unos 35 kilómetros al oeste de la ciudad de Osorno, pudieran entregar los contenidos del año 2020, llegando así, no solo a sus alumnos, sino también a muchas personas, para quienes fue una alegría volver a tener clases radiales y revivir procesos de aprendizajes del pasado.
El estudio radial del establecimiento Misión de San Juan, perteneciente a la RED de la Fundación Irarrázaval, estaba listo para ser utilizado, a comienzos del 2020, para el desarrollo de habilidades lingüísticas de los alumnos, y también como un lugar de reflexión y apoyo pastoral. Sin embargo, el Covid 19 llegó y los planes cambiaron, como cuenta Pablo Baeza, director del colegio: “el objetivo era que los estudiantes pudieran trabajar habilidades discursivas, lo que tenía que ver con lenguaje e iniciar el día con una reflexión, ese era el enfoque que queríamos darle, pero a las dos semanas vino el Covid”.
Y como pasó en todos los colegios del país, las clases se suspendieron. Y en este caso, donde los alumnos pertenecen al mundo rural, la conectividad era escasa, como señala su director: “Estuvimos con clases suspendidas. A diferencia de otros colegios, que tenían alumnos con computadores, nosotros en el mundo rural no tenemos conexión, aunque haya computadores, no les llegaba la señal. Y nos dimos cuenta de que lo que sí les llegaba era la radio “Voz de la Costa”. Y así surgió la idea de realizar cápsulas radiales y hacer una alianza con la emisora local”.
Se pensó y se hizo y, por suerte, como cuenta Pablo, el estudio estaba listo, gracias al apoyo que recibieron el año 2019 por parte de la Fundación Irarrázaval. Fue así como idearon un sistema de cápsulas para todos los cursos, complementarias al material que se entregaba físicamente, y se dividieron los días de transmisión: lunes y martes se transmitían las cápsulas de Pre-Kínder a 5° Básico; miércoles y jueves de 6° Básico a II Medio y viernes y sábado era el turno de Gastronomía, única especialidad que imparte este establecimiento.
Pablo cuenta que, “La sorpresa fue que familias, que ya no tenían hijos en los colegios, nos decían que les gustaba mucho, y estaban felices de volver a aprender, que les traía muy buenos recuerdos”.
Las cápsulas pasaron a ser una parte importante de la radio, y éstas abordaban temas contingentes y efemérides para explicarlas. Por ejemplo, el 18 de septiembre, la independencia, apoyando así el rol de enseñanza no solo para los alumnos del establecimiento, sino también a toda la comunidad.
Para León Urruticoechea, Director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval, apoyar estas iniciativas que, finalmente, llegan a toda la comunidad, más allá de los estudiantes es lo que, en definitiva, busca la Fundación Irarrázaval: “con nuestro apoyo a los establecimientos buscamos mejorar la calidad de la educación de alumnos en todo Chile y, así también, las de sus familias, y proyectos como radios comunitarias, vemos que llegan directamente a ellas”.
2021: PRESENCIAL O NO, LA RADIO CONTINÚA
Si el 2021 se vuelve a clases presenciales, como espera que ocurra Pablo, la idea es continuar con las cápsulas radiales una vez a la semana, y hacer cápsulas de mejor calidad.
“También postulamos a otros proyectos con la Fundación Irarrázaval. Este año postulamos para incorporar mayor tecnología en los niveles de III y IV Medio, porque nos dimos cuenta que no tenían esa habilidad. Queremos instalar computadores en cada sala, impresora en 3D; cámara fotográfica, y queremos enriquecer la radio para que sea un canal de youtube, de Facebook live, para que los chicos puedan subir su trabajo y se conecten a las redes sociales. Por lo menos, que el colegio sea un lugar de conectividad”, concluye Baeza.
Se pensó y se hizo y, por suerte, como cuenta Pablo, el estudio estaba listo, gracias al apoyo que recibieron el año 2019 por parte de la Fundación Irarrázaval. Fue así como idearon un sistema de cápsulas para todos los cursos, complementarias al material que se entregaba físicamente, y se dividieron los días de transmisión: lunes y martes se transmitían las cápsulas de Pre-Kínder a 5° Básico; miércoles y jueves de 6° Básico a II Medio y viernes y sábado era el turno de Gastronomía, única especialidad que imparte este establecimiento.
Pablo cuenta que, “La sorpresa fue que familias, que ya no tenían hijos en los colegios, nos decían que les gustaba mucho, y estaban felices de volver a aprender, que les traía muy buenos recuerdos”.
Las cápsulas pasaron a ser una parte importante de la radio, y éstas abordaban temas contingentes y efemérides para explicarlas. Por ejemplo, el 18 de septiembre, la independencia, apoyando así el rol de enseñanza no solo para los alumnos del establecimiento, sino también a toda la comunidad.
Para León Urruticoechea, Director de Gestión en Educación de la Fundación Irarrázaval, apoyar estas iniciativas que, finalmente, llegan a toda la comunidad, más allá de los estudiantes es lo que, en definitiva, busca la Fundación Irarrázaval: “con nuestro apoyo a los establecimientos buscamos mejorar la calidad de la educación de alumnos en todo Chile y, así también, las de sus familias, y proyectos como radios comunitarias, vemos que llegan directamente a ellas”.
2021: PRESENCIAL O NO, LA RADIO CONTINÚA
Si el 2021 se vuelve a clases presenciales, como espera que ocurra Pablo, la idea es continuar con las cápsulas radiales una vez a la semana, y hacer cápsulas de mejor calidad.
“También postulamos a otros proyectos con la Fundación Irarrázaval. Este año postulamos para incorporar mayor tecnología en los niveles de III y IV Medio, porque nos dimos cuenta que no tenían esa habilidad. Queremos instalar computadores en cada sala, impresora en 3D; cámara fotográfica, y queremos enriquecer la radio para que sea un canal de youtube, de Facebook live, para que los chicos puedan subir su trabajo y se conecten a las redes sociales. Por lo menos, que el colegio sea un lugar de conectividad”, concluye Baeza.
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